Forgotten Words
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En la sombra [Nicky Byrne][+18]

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En la sombra [Nicky Byrne][+18] Empty En la sombra [Nicky Byrne][+18]

Mensaje por Sylvia Dom 06 Sep 2015, 6:00 pm

Título: En la sombra
Autora: Sylvia
Personaje: Nicky Byrne
Género: Gay
Advertencias: Escenas un poco hot
Sinopsis: Nicky ama a Alec, pero éste prefiere tener su relación en secreto y obliga a Nicky a callar su amor y a estar en la sombra.
Sylvia
8

10/04/2015

Sylvia

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En la sombra [Nicky Byrne][+18] Empty Re: En la sombra [Nicky Byrne][+18]

Mensaje por Sylvia Dom 06 Sep 2015, 6:12 pm

En la sombra [Nicky Byrne][+18] UAAAAASUVORK5CYII=

Ya era tarde cuando Nicky se despertó, miró el reloj en la mesita de noche. Las cuatro de la tarde; se sentía cansado, pero sonrió al recordar el motivo de su cansancio. Había pasado gran parte del día haciendo el amor con su amante, con un deseo que nunca había soñado sentir por ningún hombre.

Se volvió y vio que estaba solo en la ancha cama de su habitación. Retiró el edredón, salió de la cama, se puso unos pantalones y una camisa y, descalzo bajó las escalera hacia la cocina.

Al entrar, se quedó en el umbral observando al hombre que le quitaba el sueño, estaba espaldas a él.

Solo vestía unos pantalones y Nicky pudo admirar su perfecto y redondo trasero,subió su vista hasta la ancha y bronceada espalda de su amante. A pesar de ser diez años mayor, Alec se mantenía en excelente forma física; su cabello era negro con algunas canas que le daba un aspecto interesante y sexy. A Nicky le dio un vuelco el corazón cuando él se giró en redondo y lo miró con aquella sonrisa seductora en su rostro.

-¿Qué haces ahí? -preguntó con una sonrisa.

-Mirándote -dijo Nicky

-¿Te gusta lo que ves?

-Mucho. -dijo Nicky avanzando hacia él y dándole un beso en los labios.

Él respondió el beso.

Como Nicky y él se habían dedicado a hacer el amor, ni siquiera se detuvieron a comer, ambos estaban muertos de hambre.

-¿Te ayudo? - preguntó Nicky al ver que picaba unas verduras.

-Oh, no es necesario -protestó su novio- Déjame consentirte. Debes estar agotado por todo el "ejercicio" que hiciste.

-Querrás decir 'hicimos' -dijo Nicky sonriendo- Tu también colaboraste.

El hombre canoso soltó una carcajada.

-Aún así, ve al salón, pon algo de música mientras preparo algo rico para comer.

Nicky fue al salón para poner un disco de Chopin -que era la música preferida de su amante- a Nicky jamás se le habría ocurrido escuchar esa clase de música, pero gracias a Alec había aprendido a disfrutarla.

'No solo la música', pensó Nicky. También había aprendido a disfrutar de su sexualidad y como complacer a un hombre. No, no a cualquier hombre... SU hombre! Alec lo complementaba enormente.

Mientras tanto, en la cocina, Alec untó cuatro rebanadas de pan de centeno con mayonesa, cortó unos champiñones en rodajas y los puso encima del pan, añadiendo una rodaja de queso gruyere y otra de cecina sobre cada rebanada de pan. Mientras los emparedados se salteaban en margarina osbre el fuego, sacó dos platos, dos servilletas y dos cubiertos. De la nevera extrajo una lata de ensalada de patata. En un abrir y cerrar de ojos puso la mesa, trasladó la ensalada a un bol, y retiró del fuego los crujientes y tostados emparedados. Y sirvió dos vasos de cerveza.

Alec llamó a Nicky a la mesa.

Una vez que comieron su ración,se sentían satisfechos.

-Ha sido una cena incluso mejor que la que tomamos en Kinsale -dijo Alec con una sonrisa satisfecha.

Se levantaron de la mesa y se dirigieron al salón. Afuera el cielo se había oscurecido y estaba lloviendo.
Alec prendió la chimenea y se quedó senatdo junto al fuego.
Nicky se había sentado en un sillón frente a la chimenea y contemplaba el bello rostro de su amado iluminado por el fuego. Ninguno habló, estaban en un cómodo silencio. Nicky pensaba enlo afiortunado que era...

Alec habló de repente sacándolo de sus pensamientos.

-Mañana me voy a España -le informó.

-Entiendo -murmuró Nicky un poco triste- ¿Cuándo tiempo estarás fuera?

-Una semana -dijo Alec y, sorniendo agregó: -¿Me extrañarás?

Nicky asintió sonriendo.
Alec rió. Cuatro pasos le bastaron para ir desde la chimenea hasta el sillón en que estaba sentado Nicky. Se inclinó hacia adelante y, coocando ambas manos bajo los codos de Nicky, lo levantó, lo apresó entre sus brazos y se apoderó de su boca. Le abrió delicadamente los labios con la punta de la lengua,y al sentir su dulce contacto, Nicky se estremeció.
Este hombre sabía como excitarlo.

Alec deslizó su boca desde sus labios hasta el sensible lóbulo de su oreja y el hueco de su garganta, el hombre mayor murmuró palabras que Nicky no pudo entender, pero a las que respondió igualmente. Como si viniera de muy lejos, Nicky oyó el chisporroteo del fuego y los suspiros de los violines de la orquesta.
Y entonces, Alec echó hacia arriba la camiseta de Nicky, y su ardiente mano acarició la suave piel de su espalda y hombros. Nicky respondió oprimiéndose aún más contra él.

Cuando la exigente mano de Alec encontró su dureza, Nicky exhaló un gemido y alzó los brazos para enredar los dedos en su cabello, apretando la boca contra la de él con un ardor igual al suyo.
De repente, las íntimas caricias de Alec sobre su cuerpo cesaron y Nicky sintió que lo apartaba de sí.

-¿Alec? ¿Qué sucede? -balbuceó perplejo.

Su voz fue un murmullo casi inaudible cuando dijo:

-Mi... teléfono.

Fue entonces que Nicky notó que el aparato estaba sonando.
Alec tomó el celular de la mesa y contestó.
Los nudillos de los dedos de el hombre mayor se pusieron en blanco al apretar con excesiva fuerza el auricular y se quedó inmóvil al dirigir la mirada al rostro del rubio.
Sylvia
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