Amor a Prueba {+18} {Nicky, Kian y Jodi}

Nombre: Amor a prueba
Autor: Luna
Artista ó personaje: Nicky Byrne, Jodi Albert & Kian Egan
Adaptación: No
Género: Creo que Romance
Advertencias:Si, escenas de sexo. No tan HOT, pero sí algo picantes.
Resumen: Jodi está en una relación estable, pero bastan solo unos besos de Nicky para poner a prueba su amor por Kian.

Capitulo 1


Jodi estaba bajando las escaleras que daban al vestíbulo de la casa cuando oyó que un coche se detenía ante la entrada. Kian ya debía estar allí. Se detuvo ante un espejo para comprobar su vestuario.
Llevaba un vestido azul, una gargantilla de diamantes rodeaba su cuello. Llevaba el pelo en un moño, así era como Kian le había pedido que vistiera. Ignoraba el por qué. Lo único que le dijo fue que tendría la mejor noche de su vida.
El timbre volvió a sonar y fue a abrir:

—No seas tan impaciente, Kian —dijo mientras lo hacía.

Pero con quien se encontró a otro lado de la puerta fue con Nicky Byrne. Vestía un traje oscuro, el nudo de la corbata estaba medio deshecho. Jodi no pudo evitar sonreír mientras lo miraba. Siempre le había parecido un hombre sumamente guapo y muy sexy. ¿Por qué habría ido allí? No lo entendía.

—No soy Kian —dijo Nicky a modo de saludo— ¿Y por qué Kian iba a estar impaciente?

Jodi notó entonces que, además de no sonreír, parecía muy irritado. ¿Y era petulancia lo que había notado en su voz al mencionar el nombre de Kian? Qué intrigante...

—Hola, Nicky. Yo también me alegro de verte.

El frunció el ceño.

—Lo he dicho en serio. ¿Por qué Kian tendría que estar impaciente?— de pronto pareció fijarse en el atuendo de Jodi y su expresión se relajó— Vaya. Estás preciosa. Pareces...

—¿Qué?

Nicky sonrió, pero sin humor.

—Pareces una princesa —dijo con tristeza, aunque Jodi no entendía por qué lo hacía infelíz aquello—. ¿Interrumpo algo?

—Si —dijo Jodi— Estoy esperando a Kian, tenemos una cena muy especial esta noche. Pasa por favor. No ha de tardar en llegar.

Apenas podía creer que Nicky estuviera allí. De hecho, era bastante extraño. Ellos no tenían ningún tipo de amistad profunda. Y sin embargo allí estaba, en el vestíbulo de su casa, con la mirada...Bueno, su mirada ya no estaba fija en ella. Estaba vagando por el vestíbulo, por la larga escalera circular que había tras ella, por el salón que había a la derecha y la sala a la izquierda.

—Bonita casa —dijo— Realmente bonita.

—Gracias. ¿Puedo ofrecerte algo de tomar? —preguntó Jodi.

El volvió a fijarse en su atuendo y centró la mirada en la gargantilla. Alzó una mano y deslizó un dedo por los diamantes. Jodi cerró los ojos y sorprendentemente deseó que bajara la mano un poco, que acariciara la piel desnuda de su garganta, de su cuello. Pero Nicky retiró la mano enseguida, y cuando ella abrió los ojos vio que estaba contemplando de nuevo el suntuoso mobiliario de la casa.

—¿Nicky? —dijo, volviendo su atención hacia él.

—Tu... supongo que amas a Kian, ¿no?

Jodi asintió.

—Imagino que anhelas casarte con él.

—La verdad es que no he pensado en ello.

—¿No?, bueno, supongo que es algo que has dado por sentado.

—Tampoco diría eso.

Nicky aún seguía en el umbral de la puerta, y parecía que estaba a punto de darse la vuelta para marcharse, pero Jodi lo detuvo.

—Espera. ¿A qué has venido realmente, Nicky?

—A besarte.

Capitulo 2


Convencida de haber oido mal, Jodi miró atentamente el rostro de Nicky. Por su expresión supo de inmediato que había dicho exáctamente lo que había creído oír... y que lo había hecho en serio.

—Tú... tú... tú... —empezó, pero fue incapaz de continuar, como si de repente se hubiera quedado sin cerebro.

—Necesito besarte, Jodi —repitió él en tono insistente, exigente, excitante...— Quiero besarte.

Se inclinó despacio hacia delante, Nicky pasó una mano tras su cuello y la atrajo hacia sí con firme delicadeza.
Y entonces su boca se encontró con la de ella, o tal vez fue al revés, pero la maravillosa sensación que recorrió el cuerpo de Jodi como resultado hizo que le diera totalmente lo mismo quién hubiera dado el último impulso.
Nicky la besó como nunca la habían besado, de un modo a la vez vacilante y firme, confiado e indeciso. Al principio se limitó a rozarle los labios hasta tres veces antes de apartarse un poco. Al notarlo, Jodi abrió los ojos y vio que la miraba con expresión enigmática. Sonrió y, sin esperar a que él volviera a besarla, adelantó la cabeza y fundió sus labios con los de él.
La sensación que siguió fue exquisita.
La sensación de sus labios era tan suave, cálida e incitante... Incapaz de contenerse, Jodi apoyó las palmas de la mano contra su pecho. Nicky reaccionó al instante y le pasó una mano por la cintura para retenerla contra sí, como si temiera que fuera a apartarse de inmediato.
Pero Jodi no tenía ninguna intención de hacerlo. Al menos no por el momento...
Nicky ladeó la cabeza y tomó su boca de un modo más posesivo, más íntimo. La besó una y otra vez, hasta que su deseo por ella se transformó en voracidad. Cuando Jodi abrió la boca para tomar aire, él la penetró con la lengua y la saboreó de un modo inicialmente vacilante, pero que enesguida se volvió más apasionado. Ella se sintió sorprendida por la invasión y estuvo a punto de apartarse, pero había algo intensamente erótico en el hecho de sentir a Nicky en su interior de aquel modo, de manera que se abrió completamente a él e incluso se aventuró a devolverle las caricias con la lengua.
Nicky gimió al sentir la primera penetración. Por unos instantes lucharon por la posesión del beso, entrelazando sus lenguas, tentándose, jugueteando... De pronto, Jodi se encontró apoyada contra el marco de la puerta y con Nicky sobre ella. Sentir su cuerpo pegado al de ella, le produjo la excitación más intensa que había experimentado en su vida. Cuando lo rodeó con los brazos por la cintura, Nicky situó una pierna entre sus muslos y apoyó una mano en su cadera. Entonces se hizo verdaderamente cargo del beso y la penetró una y otra vez con su lengua a la vez que presionaba la pierna contra la parte más íntima de su cuerpo, creando una deliciosa fricción que Jodi nunca había experimentado. En esta ocasión fue ella quién gimió en respuesta, primero a causa de la ráfaga de calor que explotó entre sus piernas, y luego por el modo que fue extendiéndose por su cuerpo.
Entonces sintió que la mano de Nicky ascendía hasta el borde de su vestido y empezaba a bajárselo. No fue difícil que la tela cayera y dejara al descubierto un seno. Nicky apartó su boca de la de ella y, jadeante, deslizó los labios abiertos por su barbilla, su garganta, su cuello, hasta llegar al pezón. Jodi entrelazó los dedos con su pelo y temió enloquecer a causa de las sensaciones que recorrían su cuerpo y el fuego que ardía entre sus piernas. Para entonces, la parte alta de su vestido se le había bajado casi hasta la cintura, esto la hizo sentirse expuesta y vulnerable. Y en algún lugar del fondo de su enfebrecida mente empezó a darse cuenta de lo que estaba pasando...y en dónde estaban.
Estaban en la entrada principal expuestos a que alguien los viera.

—¡No! —exclamó a la vez que empujaba a Nicky con ambas manos para que se retirara. En cuanto estuvo libre, entró a la casa, subió su vestido y trató de relajar su agitada respiración. No sabía qué decir.

—No podemos —logró decir finalmente, porque aquello era lo único que tenía claro— No podemos hacer esto, Nicky. No podemos.

—¿Por qué? —preguntó él, con la respiración tan agitada como la de ella.

En eso sonó el teléfono.

Capitulo 3

Era Kian.

Jodi cerró los ojos. No sabía si alegrarse o maldecirlo.
Kian le había llamado para cancelar su cita de esa noche, le pedía que lo perdonara y prometió que la compensaría después.

-No pasa nada, no te preocupes -dijo Jodi, consciente de que mentía y de que Nicky estaba atento escuchando desde la puerta.

-Significa que la cena se ha cancelado? -preguntó Nicky cuando ella colgó.

-Si -contestó ella- Tuvo que salir a Sligo, al parecer su padre se puso mal.

-Oh, lo siento -dijo Nicky sinceramente.- Supongo que debería irme.

Nicky se dio la vuelta para irse, sin saber por qué, algo le dijo a Jodi que no lo dejara ir, de manera que ella hizo lo único que se le ocurrió; lo tomó por las solapas, tiró de él para hacerlo entrar, cerró la puerta, lo apoyó contra ella y...

Lo besó con toda su alma.

Normalmente, Jodi nunca habría sido tan lanzada. Pero había algo en Nicky o en la situación de lo prohibido que le era imposible dejarlo ir.
Nicky respondió rodeándola de inmediato por la cintura con los brazos y prácticamente devorándola. La besó como si llevara meses sin verla, y Jodi disfrutó de su evidente deseo por ella.

-Vamos arriba -dijo Jodi

Y sin esperar respuesta, tomó a Nicky de la mano y prácticamente lo arrastró hacia su dormitorio.
En cuanto estuvieron en su dormitorio, cerró la puerta, rodeó a Nicky con los brazos y lo besó. Profundamente. Apasionadamente.
Nicky tomó su barbilla con una mano y le hizo abrir más la boca para penetrarla con la lengua. Luego, tiró hacia abajo del corpiño del vestido, liberó los deliciosos pechos de Jodi y abarcó uno de ellos en su mano. Impaciente, sin dejar de besarla, lo presionó con delicadeza, lo acarició. Luego, apartó su boca de la de ella y la besó en la garganta, en el cuello, en el hombro, antes de bajar la cabeza y tomar en suboca la erecta cima de uno de sus pechos.

Josi entrelazó los dedos con su pelo y lo presionó contra sí cuando empezó a lamerla, a mordisquearla.

-Nicky... ahhh!!...¿qué estamos haciendo? -dijo, jadeante.- Esto es ... una... l-locura...

-Si, es una locura -dijo Nicky con voz ronca- Una locura deliciosa.

Cuando Nicky se irguió para volver a besarla, ella comenzó a desvestirlo. Empezó por la chaqueta y la camisa y a continuación se centró en el cinturón y en la bragueta.

Tiró hacia abajo los pantalones y los calzoncillos de Nicky y los deslizó por sus duras nalgas, por sus caderas, por sus esbeltos y fuertes muslos, arrodillándose ante él para poder retirarlos de sus tobillos. Cuando empezaba a levantarse, su mejilla rozó el rígido miembro de Nicky e, impulsivamente, lo besó. El contuvo el aliento ante su gesto, y cuando ello entendió por qué, volvió la cabeza y deslizó la punta de la lengua a lo largo de toda su longitud. Luego, abrió la boca y lo tomó de lleno en ella.

-Oh, Jodi -susurró Nicky mientras ella lo tomaba por los muslos y movía la cabeza hacia delante para que penetrara en su boca hasta el fondo.

Un nuevo sonido escapó de la garganta de Nicky, y Jodi se deleitó descubriendo el poder que podía ejercer sobre él.

Le dio placer oral largo rato, y solo se detuvo cuando sintió que la tomaba por los hombros y la animaba silenciosamente a levantarse.

Después, sin decir nada, la hizo caminar de espaldas a la cama. Cuando Jodi se volvió y se inclinó para apartar la colcha,él la sorprendió por detrás subiéndole la falda hasta las caderas y prácticamente arrancándole la ropa interior. Después, sin previa advertencia, la sujetó por las caderas y la penetró profundamente por detrás. Jodi dio un grito ahogado y trató de erguirse, pero el apoyó una mano sobre su espalda y la presionó con firme delicadeza para que siguiera inclinada.

Obediente, Jodi apoyó los brazos en la cama y separó más las piernas. Nicky apoyó de nuevo las manos en sus caderas y la atrajo hacia si, profundizando aún más su penetración. Luego, deslizó un dedo entre sus nalgas, las entreabrió ligeramente y comenzó a acariciarla en el centro, moviéndolo en delicados círculos a la vez que la presionaba. Jodi contuvo el aliento ante la intimidad del gesto y comenzó a mover sus caderas lentamente, buscando una penetración aún más profunda.

Nicky la penetró una y otra vez, y la hizo descubrir placeres que nunca había experimentado con Kian. Cuando sentía que estaba a punto de perder el control, Nicky se retiró, la hizo darse la vuelta y la besó en los labios a la vez quela hacía tumbarse de espaldas sobre la cama.
Sus piernas quedaron colgando a los lados del colchón. Nicky le hizo alzarlas y rodearlo por la cintura con los tobillos. Luego, la penetró una vez más y tuvo que cerrar los ojos ante las sensaciones que se apoderaron de él. Jodi estiró los brazos por encima de su cabeza y dejó que las oleadas de placer recorrieran libremente su cuerpo mientras el ritmo de las penetraciones de Nicky aumentaba.

Con un fuerte empujón final, Nicky echó la cabeza hacia atrás y alcanzó en un prolongado gemido su culminación. Unos instantes después, Jodi lo seguía. Por unos instantes pareció que el tiempo se detenía, aborbiéndolos a ambos en un címax perfecto. Y entonces, aquel momento pasó y Jodi volvió lentamente a tierra. Nicky se dejó caer en la cama junto a ella y, de algún modo, entre ambos lograron cubrirse con la colcha.

Permanecieron fuertemente abrazados, como si temieran soltarse.
Cuando recuepró el aliento, Jodi dijo:

-¿Qué hicimos?